Chacalacatepec, esperanza de vida para Tomatlan

Pobladores, autoridades y líderes de diversos sectores aprueban el desarrollo turístico que a largo plazo se contempla en la zona

OC | Alma Reynoso
(PRIMERA DE DOS PARTES)

Tomatlán es una población de apenas cinco mil habitantes situada al sur de Puerto Vallarta. Pese a su privilegiada ubicación y la serie de atractivos que se ofrecen por su cercanía con uno de los destinos turísticos más importantes del estado, el desarrollo económico y social sigue siendo un sueño lejano.
Ante la falta de oportunidades de estudio o trabajo, los jóvenes se ven obligados a abandonar sus hogares en busca del «sueño americano» o de las grandes ciudades como Guadalajara, mientras que los más pequeños, dejan las aulas para esperar su partida en busca de nuevos horizontes. La agricultura y pesca son las principales actividades económicas pero se gana apenas para solventar las necesidades básicas de las familias.
Tomatlán es fértil para la siembra de papaya, sandía, mango, ajonjolí, chile y, por supuesto, tomate, de donde adquiere su nombre la población con la llegada de los primeros colonos españoles. Datos históricos señalan que fue en 1324 cuando los chichimecas fundaron el pueblo formalmente, pero fue hasta 1839 cuando se formó la comunidad indígena.
Es en el poblado de Tomatlán, donde la empresa Rasaland ha proyectado un desarrollo turístico en la zona conocida como «Chalacatepec», ubicada a unos cuantos kilómetros de la cabecera municipal. Con el apoyo del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco y a largo plazo, se prevé la construcción del desarrollo de baja densidad que detonaría considerablemente la actividad económica del poblado y, por ende, el desarrollo integral de sus familias. 
Un grupo de empresarios con visión de futuro comenzaron la compra de tierra con el visto bueno de los propietarios quienes se han convertido en los principales promotores y defensores del proyecto. No obstante, la construcción en un espacio de mil 200 hectáreas y 8 kilómetros de playa, ha sido duramente criticada por algunas organizaciones civiles de la zona metropolitana de Guadalajara, generando con ello la molestia de los tomatlenses.

Esperanza de Vida. «Quienes han criticado el proyecto sin conocerlo y sin saber las condiciones en las que nosotros vivimos, no se ponen a pensar en cuánto nos ayudaría que se hiciera este desarrollo aquí. No saben lo que es comer tortillas con chile, porque no tenemos a veces para más y además han criticado nuestra casa sin conocerla. Los invitamos a que nos conozcan para que después puedan hablar», dijo Lorena González, delegada del ejido José María Morelos que se integraría al proyecto junto con el ejido Campo Acosta.
Lamentó que el tema se haya convertido en «un botín político» para los diputados estatales y para líderes de organizaciones civiles. El desarrollo conocido hasta ahora como «Chalacatepec» evitaría la desintegración familiar porque es compromiso del ayuntamiento la atracción de empleos para cientos de familias.
«Nosotros, al contrario, estamos muy agradecidos con la empresa y siempre nos ha dado toda la información y sobre todo nos ha tomado en cuenta para lo que piensan hacer».
«Es una esperanza de vida para nosotros, así lo vemos pues porque en todas las familias, en todas, por lo menos un miembro se ha tenido que ir a los Estados Unidos y ni esperanzas de regresar, porque ¿a qué regresan? Si aquí no hay trabajo, no hay nada. Es muy injusto entonces que se hable mal del proyecto que quieren hacer aquí; somos el principal exportador, sí, pero de carne humana para sobrevivir», comentó por su parte Neira Godoy, presidente de la Asociación Civil Desarrollo Intelectual.
Destacó que los opositores no saben lo que se vive en Tomatlán y subrayó: «Que se vengan a vivir para acá; ellos no saben por lo que nosotros hemos pasado. A nosotros, la empresa no nos ha presionado para nada, además de que nos alegra que ellos (la empresa) estén preocupados por la parte ambiental».

No hubo presión. Ricardo Vázquez Nájar, presidente del comisariado ejidal de José María Morelos, aseguró que no hubo presión por parte de la empresa Rasaland para la adquisición de tierras. «Si vimos millones de pesos pues esa fue la presión, porque fue atractivo el ofrecimiento». Dentro de la zona de Chalacatepec existen otras mil 200 hectáreas que no fueron vendidas a la empresa, no obstante, Rasaland aseguró que con el terreno que ya se tiene es suficiente para el proyecto y no se comprará más.
«Cuando nuestros compañeros hicieron la negociación, hicieron el traspaso, pero como la parte administrativa no sabemos a cómo dio cada quién su tierra, las primeras negociaciones fueron en marzo de 2007, esto ya llevaba un camino recorrido», reiteró que tanto en el ejido como en Tomatlán, las comunidades no tienen los medios económicos para evitar la migración, por lo que el desarrollo turístico sería una gran oportunidad de desarrollo.

Más obras. Por su parte, Ulises Palomera Jiménez, síndico del Ayuntamiento de Tomatlán, informó que el Plan de Desarrollo Urbano para la zona presenta un avance del 70 por ciento y una vez concluido deberá ser aprobado por el pleno junto con el uso de suelo para la zona. 
Tomatlán gestiona además la construcción de una universidad que permita que una vez que los jóvenes terminen su preparatoria continúen sus estudios y puedan quedarse a trabajar en el poblado. El trámite ya comenzó con el Gobierno del Estado, pero deberá contar con inversión municipal y federal.
El rastro tipo TIF que se había anunciado por parte de autoridades estatales, comenzará su construcción y permitirá el desarrollo económico de toda la región. Además, se tiene planeado echar a andar un relleno sanitario único en Tomatlán que evite este tipo de infraestructura en cada comunidad.